jueves

quizá,nuestros cuerpos
no sean más que
un ovillo de partículas
de productos químicos

y algunas vacunas,
acumuladas.

lunes

El verdulero preguntó -¿qué andá buscando, muchacho?-.Era extraño.Nunca había oído decir a otro boliviano “muchacho”.Creo que esa palabra la usan las señoras mayores,las rubias y de labios color carmín.Siempre con algún anillo y pidiéndole al portero ¿muchacho,sería tan amable de ayudarme con las macetas?



Vengo a hablar con el carnicero-dijo,las crestas se confundían con rastas y también había caracoles enganchados ahí.Como migajas del verano y los días de anarquismo punk en el parque Rivadavia.

Un nido de carancho tenés ahí arriba.Eso le decía la tía.

Yo no supe qué pensar.Nadie compraba carne ahí,en la verdulería de la esquina.Todos sabíamos que estaba podrida, pasada o había-perdido-la-cadena-de-frío.¿El carnicero?Pensaba que eran todos todo,no sabía que había un c a r n i c e r o.

Salío un hombre grandotón ,con bigotes desprolijos,mascando una pata de pollo.Tenía tanto hambre que se hubiera comido la puerta de una heladera,pensé.

Hizo un gemido y una seña con su mano derecha,con la otra sostenía el pollo.El punkie desapareció con el carniero.De una forma sigilosa,casi gatuna.Sospechosos se esfumaron detrás del mostrador de las carnes rojas ,descongeladas.

A mi me dieron el vuelto ,sin las monedas claro.Un limón tuve que llevarme.Salí al sol y encendí un cigarrillo

jueves

patria libre o portatebien

Tanto leer y subrayar para terminar así.Si Gioconda Belli me viera,lanzaría una ácida carcajada.Te hubieras ido a la esquina a ranchar con los pibes o a leer algún diario de esos que reparten gratis en Santa Fé y Scalabrini a algún Mcdonalds.Aunque la música moleste,hubieras entendido algo.Tanto sandinista y su guerrilla que seguís con el delineador corrido.Mirate un poco antes y pensá.

martes

CASINO

Este viaje a Salta fue diferente,sabés.Fue menos espiritual,bah…digo,conocí más la ciudad.El último día estábamos Manu ,Gonza y yo.También estaba Richards.El que vos conocés no,otro más grande,uno que se egresó hará…dos años ,ponele.
Fumamos un poco de marihuana y tomamos Fernet.Los chicos querían ir a un casino,yo prefería caminar por la ciudad.Primero entré yo al casino,así,haciéndome el grande,no tenía documentos.
Entré y quedé alucinado,caminé un poco por los pasillos,había demasiadas luces,viste.De repente me siento en unabarra y me ofrecen un trago.Me tomo uno que se yo y empecé una aventura.Caminaba así entre los juegos esos,que tienen muchas luces.La luz y los sonidos pasaban por mi,casi sin pedirme pemiso.Me invadían un poco,creo.
Los chicos creo que jugaban en las maquinitas,yo no los había visto desde que entré.En un momento,estaba tirado en un sillón yo.Me cansaban mucho todas esas luces y ruidos.Vino un policía y me dijo que no podías estar yo así,en ese estado.No entendía mucho así que me fui.Los chicos quedaron adentro,supongo.
Es como un casino gigante ,supongo.Tokio,digo.

viernes

clero

medias can can

dos colitas


y el cura,

bendiciendo nuestros peluches.

lunes

La vida en un furgón
y ellos,
en los vagones

domingo

no abrir

Una vez más,acá
Guardando purpurina
Picando papeles glacé
Y enterrando colores
Hasta que llegue
El sábado